Teacher: ¿Por qué no jugamos hoy?

La República

8/6/2012

Shirley Segura Chanto

Profesora de Inglés de Universidad 

Metropolitana Castro Carazo.

¿Cómo se motiva a los alumnos a involucrarse de lleno en su propio proceso de aprendizaje?

Teacher ¿por qué no jugamos hoy? Esta pregunta la realizaron mis estudiantes hace un tiempo en una de mis clases de inglés. Ellos simplemente deseaban realizar un juego muy popular entre ellos, y además estaban en las últimas lecciones del día, por lo que estaban bien cansados. Les propuse que hicieran una versión educativa del juego en donde podríamos revisar los diferentes contenidos que nos tocaba ese día. Para mi sorpresa, en cuestión de 25 minutos ya tenían toda la actividad montada, las preguntas, las reglas del juego, etc. Jugaron, se divirtieron mucho, practicaron los conceptos, la materia en general y además de esto, entre ellos mismos se ayudaban con las respuestas y ejemplos que debían de dar para ganar el juego… en fin, tomaron las riendas de la clase y logré mi objetivo bajo el liderazgo de los mismos estudiantes, yo simplemente como facilitadora del aprendizaje. Con este ejemplo quisiera demostrar, que se puede motivar el aprendizaje entre los estudiantes con muchas actividades, pero es muy importante contar con la creatividad y flexibilidad por parte del docente muchas cosas son posibles.

            En este sentido, la motivación de los estudiantes es sumamente importante en el aula. El docente tiene un 50% y los educandos el otro 50%. Es difícil encontrar un estudiante motivado por alguna materia si el profesor no le brinda las expectativas mínimas que tiene de él. Lo mínimo que se desea es un docente que brinde una atmósfera tranquila, en donde tenga la habilidad de transmitir sus conocimientos de manera constructiva, que los estudiantes disfruten el momento y que logren aprender. Ellos mismos esperan clases que no sean aburridas, clases activas, prácticas y menos memorísticas, en donde se pueda evidenciar el aprendizaje desde diferentes perspectivas, menos en un examen. Si un estudiante, como lo señala Ortega y Gasset,  espera con ansias que llegue la clase con “x” profesor se ha logrado la motivación.

            Parte de la manera adecuada de encontrar la motivación en el aula es comenzar en curso expresando las expectativas que cada uno tiene de este,  así, se puede realizar un sondeo de los posibles gustos o actividades atractivas para ellos. Por ejemplo, al menos en mi materia, cuando un estudiante ha tenido malas experiencias previamente, viene a un nuevo curso desmotivado, como dicen popularmente “con las pilas bajas”, se predispone a encontrar un profesor que no va a superar las expectativas mínimas que él espera para recobrar las ganas y tener la esperanza de aprender algo. De hecho, la primera clase, la primera impresión, es la que marca definitivamente la atmósfera, cómo se podría motivar del estudiante y el que se sienta confortable en general.

            Un estudiante que se encuentre interesado en algún tema, lleva consigo un cierto porcentaje de motivación. Un docente que pone a trabajar a sus estudiantes completando cierta cantidad de ejercicios en sus libros y seguidamente él se sienta a leer un libro o revista o simplemente a hacer nada, provocaría en sus estudiantes una atmósfera lenta, en donde abundaría la pereza y poco aprendizaje. Por otro lado, se podría describir al docente dinámico, activo, que trae a la clase actividades interactivas, juegos o hasta la misma tecnología. Aquí la pregunta importante que hay que hacer es: ¿en cuál de los dos ejemplos están aprendiendo algo? La respuesta es sencilla, el segundo docente está buscando enganchar a sus estudiantes a los contenidos por medio de actividades atractivas para ellos, mientras que el primero solamente se preocupa por llenar un papel para comprobar un trabajo.

            Es interesante el punto de que cuando uno como docente pregunta a sus estudiantes qué es lo que les gusta tener en una clase, la mayoría ha de contestar la música, juegos, actividades fuera de la rutina y bajo un escenario diferente. Algunos de mis estudiantes me manifestaron la importancia de un ambiente cómodo y propicio para la clase, con colores atractivos, que les motiven a estar ahí. Además otra actividad interesante es el hecho de que con actividades diferentes, como el de compartir comida extranjera para algún tipo de investigación de un país,  además de que acerca al grupo, ayuda a mantener la atención en el objetivo de las actividades y se logra el objetivo de que con este tipo de actividades lúdicas, en donde ellos participan activamente y se obtiene un aprendizaje más significativo.. Por lo menos en las lecciones de inglés, el docente puede dejar que salga la creatividad y adaptar los temas de sus clases a este tipo de actividades. En este punto es donde un docente debe darse cuenta de que la flexibilidad del currículum debe de existir y que se deben innovar las lecciones, de manera que la rutina de las clases magistrales, en donde los estudiantes casi no hablan y deben de mantenerse estáticos tomando notas y en silencio ya cambió.

            A partir de aquí, es importante mencionar la innovación por parte del docente. Si este se encuentra en constante capacitación, podría darse cuenta de que las metodologías han evolucionado y que se deben implementar estas nuevas en las aulas. No solo el uso de las TIC’s es indispensable hoy en día, pero la creatividad de docente, que comprenda y desee que sus estudiantes aprendan ha de ser el objetivo principal de todas las clases. Cada docente debe tener un poco de empatía, y crear un ambiente tranquilo, amable, pero especialmente con estudiantes motivados llenos de ganas de aprender. El docente tiene la responsabilidad de llevar a la clase actividades entretenidas que llene de energía a los pupilos y no encuentren razones para no estar conectados en la clase, como pasa en un juego.